Llorar significa desahogar al corazón y así demostrar las emociones y los sentimientos más profundos que llevamos en el alma. Hubo muchos sentimientos encontrados, alegría, tristeza y más que cualquier cosa mucha nostalgia Eso fue lo que yo viví y muchos vivieron, primero dos días en el nuevo “Teatro Don Bosco” y al final en el remodelado “Colegio Don Bosco”. Señores, que tres días del 26, 27, 28 de septiembre, tan maravillosos hemos pasado los mocanos, de recuerdos, de gozo, de tristeza, de pensar en los que ya no están.
Estos tres días para recordar la herencia musical de Moca, donde se presentaron las orquestas de Luis Ovalles y sus Juveniles, Los Astros del Ritmo, Los Monarcas, Nelson Díaz y sus Estrellas y Visión 78. El tiempo se llevó y blanqueo las cabelleras de algunos, pero se detuvo en sus gargantas, cuantos excelentes intérpretes y cantantes.
Que orgullo siento que a través de mi amado y querido esposo Anselmo, haya tenido la oportunidad de conocerlos y tratar algunos de ellos.
Si hablamos de música en Moca, definitivamente hay que ponerle el mejor banquete, porque eso fue lo que nos dimos los mocanos, un banquete de buenos músicos y buenos intérpretes.
El título de esta nota, lo dice muy claro “Tres Días de Fiesta en el Cielo” porque a pesar de llorar tanto estos tres días, pienso que mi ñiño Anselmo, estaba feliz, allá y de seguro haciendo sus dotes de músico, junto a Humberto Cabreja, Ciprián Hernández, José Manuel Guzmán y junto a su querido compadre Teófilo Ramírez (Papito), creo que si Anselmo, no hubiese sido locutor, de seguro se habría inclinado por ser músico, era enfermo con la música, tenía el oído musical más fino que yo he conocido en mi vida.
Mi ñiño, tu sueño hecho realidad, te lo cumplieron tus amigos de toda la vida. Digo esto porque siempre Anselmo, vivía diciéndole a su amigo y hermano, al gran músico Reynaldo Castillo (KKTK), de hacer un evento como este, pero Dios mío, los años no pasan por él, cuando lo vi tocar, como lo hacía en esos años del Centro Juvenil, donde siempre dio cátedra de tremendo percusionista. A propósito de KKTK, lo soñó, lo planeo y se le dio, gracias al Indotel, y por ende a su director José Rafael Vargas, que además de ser un funcionario que funciona, ama a Moca, por sobre todas las cosas y se siente orgulloso de ser mocano.
Una de las cosas más hermosas de este encuentro para la ¡Historia Musical de Moca! de estos grandes artistas mocanos, es ver la humildad de esa generación, que aunque algunos estén haciendo vida en grandes Metrópolis, siguen siendo los muchachos humildes y bonachones de siempre, un KKTK, Luis Ovalles, Carlitos Estrella, Paúl Viñas, Chinto, José Germosén, Tá Cartagena, que sigue con una voz impresionante. También un momento glorioso de este espectáculo fue ver, a Musiquito, Florcito, Chelo Amarante, Miguel Baret, gusto ver el cambio que ha dado. Uno que la boto también fue Don José, (El Negrito Caro). Este acto nos sirvió a todos para reencontrarnos con viejos amigos. Gracias KKTK, Gracias José y al Indotel.
Tengo un retumbe en mi cabeza, el estribillo, de ese pegajoso merengue Pichiro, Pichiro, Pichiro, Pelota, se mete un deo, un deo en la boca. Bye, mis amigos.