martes, 15 de septiembre de 2009

Ejecutarán Plan Salvación Cafetales Provincia Espaillat

El Gobernador de Espaillat, Lic. Aníbal Camacho, el Dr. José Rafael Vargas y el Secretario de Agricultura, Ing. Salvador Jiménez, atentos a la explicación del proyecto de Codocafe.



Por José Luis Paulino

Moca, Provincia Espaillat.- Con un riguroso plan de trabajo, encabezado por el presidente del Indotel, Doctor José Rafael Vargas; el Secretario de Estado de Agricultura, Ingeniero Salvador -Chío- Jiménez y el Director Ejecutivo del Consejo Dominicano del Café (CODOCAFE), Lic. Fausto Burgos Mejía, se pondrá en marcha el “Proyecto de Mejoramiento de la Producción y Recuperación de la Zona Cafetalera de la Provincia Espaillat”.


El proyecto vislumbra la rehabilitación de 18,000 mil tareas de cafetales y el fomento de 5,000 tareas de nuevas plantaciones en todo el espacio de la provincia, principalmente en el área de Villa Trina, Almaceyes, Villa Cafetalera y el Caimito. También implicará el arreglo de unos 200 kilómetros de caminos vecinales, además de operativos para la reparación de 750 máquinas despulpadoras de café.


“La confección de múltiples acciones de capacitación a productores y técnicos extensionistas, la ayuda de asistencia técnica, el soporte del fortalecimiento de la Asociación de Caficultores de Villa Trina y la postura a disposición de los productores de una cartera especializada de créditos, son parte del programa que estamos desarrollando para salvar el café producido en esta zona y que puede generar muchas fuentes de trabajo, como era antes”, declaró el Doctor José Rafael.


Igualmente, el Secretario de Agricultura informó que dará el soporte necesario a esta ejecución de 3 años, con una inversión superior a los 113 millones de pesos. El mismo ayudará de manera directa a 425 familias caficultoras de la provincia y a 2,000 socios de organizaciones de productores, incluyendo 12 técnicos de CODOCAFE.


También se beneficiarán unos 20,000 mil habitantes de las zonas rurales con la rehabilitación de caminos vecinales. “Esto nos quita una carga de encima, ahora podemos invertir esos recursos para otras necesidades de Villa Trina”, manifestó la Síndico Yolanda Germán.


El proyecto de mejoramiento de la producción y recuperación de la zona cafetalera de Villa Trina busca rescatar el impulso de toda esta zona de la provincia Espaillat, la cual tiene mucho tiempo buscando las soluciones al problema del Café.


“En estos instantes siento que todos estos hombres de trabajo serán beneficiados con este propósito de contribuir a impulsar la calidad y diversificación de la producción del café y renacer toda esta rica zona de Villa Trina con beneficios de empleos y mejores condiciones de vida”, destacaba el Doctor José Rafael Vargas.


En la actividad, donde también participaron los caficultores de la comunidad, estuvieron presentes el Ing. Luis Manuel Pichardo, director de Coraamoca; el Gobernador de Espaillat, Lic. Aníbal Camacho; el presidente de la Asociación de caficultores de Villa Trina, Sr. Hugo González y Richard Peralta Decamps, sub director ejecutivo de Codocafé, quien expuso el proyecto presentado por la institución que representa.



Discurso Pronunciado por el Dr. José Rafael Vargas

Apreciados y apreciadas amigos y amigas presentes.

Apreciados y dirigentes de la Asociación de Caficultores de Villa Trina Inc.

Esta tarde, sin palabras rebuscadas, quiero agradecer muy sinceramente la oportunidad que se me ofrece de tomar parte en un acto el cual quiero aprovechar para rendir tributo a la eficiencia y a la visión desarrollista de futuro.

El nombre al cual se asocia esta entidad por ustedes dirigida, tiene en si mismo valiosas remembranzas históricas. El mismo se vincula a aquel paradisíaco lugar de la geografía montañosa de la provincia Espaillat, donde residió una dama de fina estirpe y gran sensibilidad humana, Doña Trina de Moya de Vásquez, autora del campo universal de exaltación a las madres a través de su himno.

Pese a que hoy, ese lugar nominativamente es designado como José Contreras, en el ánimo de la población subsiste el nombre de Villa Trina, justo homenaje y reconocimiento a un ser humano excepcional el cual, por encima de los convencionalismos tradicionales de la potestad y jerarquía que le daba su condición de esposa del Presidente Horacio Vásquez, supo conservar su humanidad y gentileza.

En ese espacio, pródigo de leyendas de valor humano, se gestó hace apenas 43 años, un proyecto agrícola de gestión social comunitaria el cual, representado por apenas 28 socios y socias, estando representada hoy por alrededor de 1200 afiliados (as) y aglutinado por demás, 10 asociaciones de base afiliadas en todo Cibao Central dispersos en un vasto mareaje.

Esa increíble organización comunitaria, productiva y de servicios, debemos ser justo en la asignación de valores, se debe a la visión de futuro de hombres que como Juanito Rodríguez, Juan González, los hermanos Jiménez, fueron capaces agruparse y edificar un proyecto de producción y esperanza.

Ese proyecto de dimensiones y efectos humanos interpretados por muchos en sus inicios como una quimera, rindió sus frutos. Su ejemplo de organización modélica fue emulado por decenas de asociaciones dispersas en toda la geografía nacional. Esto por si solo, debió y aun debe constituir razón de orgullo para todos los mocanos.

En la vida y desarrollo de los pueblos siempre hay acontecimientos que ponen a prueba la capacidad de subsistencia de sus instituciones. De este vaticinio, no escapó la Asociación de Caficultores de Villa Trina. Producto de una secuela de acontecimientos generados por una desacertada política fiscalista del gobierno del doctor Jorge Blanco, generó condiciones propicias para que más de 20 años de esfuerzos sistemático y racionalidad productiva, logrados por humildes hombres y mujeres de nuestros campos, serían aparentemente sepultados, dejando una sensación de impotencia, frustración y abandono en todas las comunidades de su entorno.

Los hechos subsiguientes parecerían querer demostrar que el destino de las instituciones y de los pueblos, es acumular en su interior el germen inexplicable de su propia destrucción, porque eso y no otra cosa fue lo que le luce ocurrió en el entorno de tan hermoso proyecto productivo. En apenas 10 añas, el colapso del proyecto redujo el mareaje participativo del mismo en apenas 26 mil tareas. Como consecuencia de tales efectos, la entidad inició un procesos progresivo de endeudamiento interno, llegando a acumular la Asociación, pasivos por encima de los 60 millones de pesos.

La voracidad fiscal de un gobierno incapaz de reconocer y ponderar las condiciones cíclicas de los procesos económicos universales pero fuertemente atraído por la necesidad de proveerse de recursos inmediatos para satisfacer su demanda monetaria, creó las condiciones suficientes para que ese gobierno, presidido por el doctor Salvador Jorge Blanco, promulgara la fatídica Ley 199, la cual penaliza con un insólito recargo cambiario del 36% la eficiencia de un sector productivo que fue ejemplo de rentabilidad y ocupación laboral rural y de valor agrado de transformación industrial.

Los hechos históricos se entrecruzan, y muchas veces multiplican sus efectos, La referida Ley 199, arrastró a la vorágine del huracán no solo a los integrantes de la Asociación de Caficultores de Villa Trina, sino que también, por vía de consecuencia, aceleró el éxodo masivo rural-urbano de Villa Trina hacia Moca y otros pueblos del Cibao Central con sus consiguientes efectos en el crecimiento de la marginalidad urbana barrial, donde se acumulan males sociales como el hacinamiento, la promiscuidad, la violencia social, las enfermedades infecto- contagiosa y otras cientos de males más.

Esa misma aberrante decisión gubernamental fiscalista, aceleró el proceso de abandono de las tierras productivas, dando paso a la tala indiscriminada de la cobertura boscosa de los cafetos, con los consiguientes efectos erosivos, el deterioro de los niveles de escorrentía natural de las aguas superficiales, la disminución de la oferta alimentaria de renglones básicos de la población, son factores adversos que se unen a la cadena iniciada por esa voracidad fiscal de un gobierno que perdió de vista la dimensión de la correlación de los movimientos cíclicos de la economía mundial.

No pretendo que mis palabras sean sinónimo de mal agüero, por el contrario, la -+tenacidad, el coraje, la responsabilidad social de los herederos representantes de esta tercera generación que toma el relevo de esta prestigiosa e histórica Asociación de Caficultores de Villa Trina queremos decirle que vemos en ellos la integración orgánica de un quipo al nacimiento de esa Asociación.

Mis palabras no quieren ser de aliento y creadora de farsas expectativas, sino de realismo objetivo, sincero si se quiere. Junto a ustedes, se encuentra un gobierno solidario que como el del doctor Lenoel Fernández Reyna, tiene la visión necesaria para entender que la caficultora de la provincia Espaillat, merece nuevas opciones de crecimiento y consolidación.

Para el logro de los objetivos arriba citados, el Presidente Fernández no escatimó ningún sacrificio fiscal ni financiero y con esa misma visión de futuro, ordenó al Banco de Reservas la condonación de la mora y los intereses vencidos de un préstamo contraído por esta entidad con BANRESERVAS por un monto de 22 millones de pesos.

Las experiencias acumuladas alrededor de las acciones emprendidas y continuadas en alrededor de la esta Asociación de Caficultores, en nuestra modesta apreciación, debería ser tomadas como una referencia real de que el mito del Ave Fénit, tiene su materialización concreta en los logros tangibles por ésta exhibido en una finca modelote apenas 5 mil tareas de tierra, antigua propiedad de la familia Rogelio Espaillat Guzmán y sus herederos, espacio donde de manera creciente, sostenida y rentable se levanta nueva vez los antiguos cafetales que constituyeron el orgullo de estas hermosas tierras, la oferta permanente semanal a la población y al mercado local de millares de unidades de plátanos de la variedad Fia 21, el desarrollo de un afinca productiva integrada de una de los más altos niveles de productividad y rendimiento de zapote por unidad de superficie a nivel nacional, la permanencia y eficiencia de un sistema interno de regadío por canalización, curva de nivel y por goteo, al igual que la construcción y distribución espacial racionalmente hídrica de grandes reservatorios de para irrigación, adjunto al desarrollo concomitante de un bosque racionalmente manejado de caoba y maderas preciosas, las cuales se unen al potencial de una oferta eco turísticas sostenible de toda la provincia Espaillat.

El párrafo precedente quiero aprovecharlo para referirme brevemente a los efectos adversos que sobre la una vez próspera industria del mueble que se desarrolla con eficiencia en la zona de Villa Trina. Como resultado del proceso masivo de deforestación acumulado en la zona, los ebanistas y artesanos, constructores de las obras de artes representadas a través de finos muebles y mecedoras, sienten sus efectos negativos.

A la lamentable situación arriba expuesta, tenemos que encontrarle soluciones económicas y ecológicamente prudentes. Para tales fines, nos proponemos sostener reuniones tan amplias como necesarias con los sectores oficiales y privados ligados a la comercialización de madera, al igual que con productores locales que operen bajo programa de Planes de Manejo del Bosque para a breves términos, disponer de un esquema operativo que permita la integración armónica de artesanos y ebanistas a los productores agrícolas de la zona.

Los logros precedentes, los cuales como mocano me enorgullece citar, son la resultante de la confianza en el futuro y de la voluntad solidaria de los hombres y mujeres representantes de un gobierno que como el del Partido de la Liberación Dominicana, sabe valorar el trabajo en el tiempo de los pro hombres y mujeres que lo sacrifican todo por el engrandecimiento de su comunidades, la región y el país.

En este encuentro que celebramos, el cual preside nuestro secretario de Agricultura Ingeniero Chio Jimémenez y altos directivos de CODOCAFE, me ofrezco espontáneamente para practicar junto a ustedes en la búsqueda de soluciones fructíferas que contribuyan al rescate de la caficultora de la provincia Espaillat, comenzando en su proyecto piloto de Villa Trina, lugar de nacimiento e esta Asociación. Este modelo piloto que inicia, puede garantizar estabilidad económica, seguridad social y desarrollo ambiental ecológicamente sustentable para todos y todas los y las habitantes de las áreas de influencia del mismo.

Al momento de inclinarme reverente ante la memoria de don Juanito Rodríguez y su pleya de visionarios del agro mocano, pido que juntos, tributemos un fuerte aplauso para Papito Cruz y su equipo de trabajo, el cual, nunca ha tenido temor de aceptar y tener en sus manos el desafío el relevo del trabajo invaluable de sus predecesores.

Muchas gracias.